por cuantas
lunas llegaron a tus ojos
me
arrastré por las callejas de tus días
de
fango
-sin
chistarte siquiera una vez-.
me eché al
frente de la jornada
en
que te cegaba la mañana, porque no soportabas tu cara golpeada por luces
incisivas,
y
yo, alfombra, avanzadilla yo, de tus tropiezos.
me
retiré al costado -y no me importa si me crees-
cuando
pretendías mover el mundo
antes
que dar un paso molesto por ver sobre quién reposaste la pisada.
te
perfilé tantas espaldas para que te vieras con valor y mirarle de vuelta,
cuando
el sol bajaba y te desafiaba a la altura de los ojos.
y
me clavé en la tierra ante el cenit como avestruz sin orgullo,
así
no te oprimiera la evidencia y pudieras mantener el cuello recto,
colgado
al aire.
por
cuantas lunas viste
me
doblé en cada esquina, trepé por las paredes hasta los balcones
que
no atreviste asaltar.
me
lancé a los barrancos que mirabas desde el borde.
me
desdoblé en bajo las farolas, mudé y muté
al
antojo de tus paseos entre brillos vaporosos.
no
dejé de tomar el plomo para tu plomada,
chincheta
en el mapa,
el
ángulo preciso a la derrota.
consumí
muchas vidas en la hoguera
para
que tuvieras un baile de máscaras.
por
cada luna,
me
ofrecí
en
tus cazas nocturnas
a
ocultar tus vergüenzas con celo
entre
los velos.
te
di siluetas a la medida móvil de tu ego.
te
salvé de enterrarme cuando los castillos de arena,
sábanas
de arrojo sobre las muchachas en flor,
y
siempre una salida de emergencia en el suelo.
por
cuantas lunas alcanzaron tus ojos,
sabes,
y si no yo te lo digo,
que
fui sin excepción el único testigo.
robé,
mentí,
mordí, ladré, como buen perro,
y me dejé la piel; el rostro por el camino.
maté
en tu nombre,
tantas
cosas bellas.
y
tú,
siamés
desventurado
de
peso y grosura.
tú,
eclipse constante
que
me tapó la vista.
me
debes al menos
no
darme la cara oscura de tu cara
cada
vez que te veo.
13 comentarios:
Reminiscencia certera de color de piel muda que muta en poema, afinidad con los títulos, poeta. Versos de mucha contundencia, violín con una cuerda más siempre. Un abrazo.
Salud
Íntimo y contundente, fuerte este poema.
Saludos.
DE ACUERDO CON PLUMA.
UN ABRAZO
Tres veces he leído este poema en el que un ritmo estremecedor y frenético me arrastra como un intenso diálogo con uno mismo. Curiosa tu manera de ensamblar las palabras y contar el tiempo con las lunas. Felicidades.
Un abrazo.
¡Qué maravilla de poema, por entre lunas y soles!
Por demás que otrosí diga
del avestruz, cuello enhiesto!
Preciso y firme.
Un abrazo
¡Ay de tus versos lunares, cruel poeta solar!
"consumí muchas vidas en la hoguera
para que tuvieras un baile de máscaras"
Cuántas sandeces hacemos por amor, llegar a la indignidad suele ser parte del juego.
Alguien está en deuda contigo, probablemente tú estés en deuda con otro alguien y así se va formando la cadena de desamores.
Mucha fuerza en ese reproche, Ky, y mientras unos dan la cara oscura de su cara (qué imagen hermosa) otros dan directamente la espalda. (ríome).
Realmente interesante lo que veo, no sólo este poema.
Gracias.
El amor nos lleva a hacer tantas cosas... Y es tan injusto que el tiempo convierta todo en poco, o en nada...
Muy bien hilado, me ha gustado.
CÓMO VA TODO BROTHER??
Retrato brutal!!
Un saludo!
Contundente, terrible poema, del cual tomo y hago míos los versos:
"maté en tu nombre
tantas cosas bellas", de gran belleza clásica, aunque rompas el endecasílabo para rasgar la médula al lector.
"tú, eclipse constante
que me tapó la vista". Yo conozco la naturaleza y los efectos de estos eclipses.
Felicidades y un fuerte abrazo.
Elvira
El ingrato o la ingrata no merecen una queja, ni siquiera tan hermosa...
Una maravillosa sucesión de versos encadenados que hablan de un amor incondicional y eterno.
Buen trabajo amigo poeta, Ann@
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