los palos del sombrajo



por cuantas lunas llegaron a tus ojos
me arrastré por las callejas de tus días
de fango
-sin chistarte siquiera una vez-.

me eché al frente de la jornada
en que te cegaba la mañana, porque no soportabas tu cara golpeada por luces incisivas,
y yo, alfombra, avanzadilla yo, de tus tropiezos.

me retiré al costado -y no me importa si me crees-
cuando pretendías mover el mundo
antes que dar un paso molesto por ver sobre quién reposaste la pisada. 

te perfilé tantas espaldas para que te vieras con valor y mirarle de vuelta,
cuando el sol bajaba y te desafiaba a la altura de los ojos.

y me clavé en la tierra ante el cenit como avestruz sin orgullo,
así no te oprimiera la evidencia y pudieras mantener el cuello recto,
colgado al aire.

por cuantas lunas viste
me doblé en cada esquina, trepé por las paredes hasta los balcones
que no atreviste asaltar.

me lancé a los barrancos que mirabas desde el borde.

me desdoblé en bajo las farolas, mudé y muté
al antojo de tus paseos entre brillos vaporosos.

no dejé de tomar el plomo para tu plomada,
chincheta en el mapa,
el ángulo preciso a la derrota.

consumí muchas vidas en la hoguera
para que tuvieras un baile de máscaras.

por cada luna,
me ofrecí
en tus cazas nocturnas
a ocultar tus vergüenzas con celo
entre los velos.

te di siluetas a la medida móvil de tu ego.
te salvé de enterrarme cuando los castillos de arena,
sábanas de arrojo sobre las muchachas en flor,
y siempre una salida de emergencia en el suelo.

por cuantas lunas alcanzaron tus ojos,
sabes, y si no yo te lo digo,
que fui sin excepción el único testigo.

robé,
mentí, mordí, ladré, como buen perro,
y me dejé la piel; el rostro por el camino.
maté en tu nombre,
tantas cosas bellas.

y tú, 
siamés desventurado
de peso y grosura.

tú, eclipse constante
que me tapó la vista.

me debes al menos
no darme la cara oscura de tu cara
cada vez que te veo.




13 comentarios:

Manuel Marcos dijo...

Reminiscencia certera de color de piel muda que muta en poema, afinidad con los títulos, poeta. Versos de mucha contundencia, violín con una cuerda más siempre. Un abrazo.
Salud

Pluma Roja dijo...

Íntimo y contundente, fuerte este poema.

Saludos.

Anónimo dijo...

DE ACUERDO CON PLUMA.
UN ABRAZO

Nines Díaz Molinero dijo...


Tres veces he leído este poema en el que un ritmo estremecedor y frenético me arrastra como un intenso diálogo con uno mismo. Curiosa tu manera de ensamblar las palabras y contar el tiempo con las lunas. Felicidades.

Un abrazo.

P MPilaR dijo...

¡Qué maravilla de poema, por entre lunas y soles!
Por demás que otrosí diga
del avestruz, cuello enhiesto!

Preciso y firme.

Un abrazo

Manuel Torres Rojas dijo...

¡Ay de tus versos lunares, cruel poeta solar!

Morgana de Palacios dijo...

"consumí muchas vidas en la hoguera
para que tuvieras un baile de máscaras"

Cuántas sandeces hacemos por amor, llegar a la indignidad suele ser parte del juego.

Alguien está en deuda contigo, probablemente tú estés en deuda con otro alguien y así se va formando la cadena de desamores.

Mucha fuerza en ese reproche, Ky, y mientras unos dan la cara oscura de su cara (qué imagen hermosa) otros dan directamente la espalda. (ríome).

Realmente interesante lo que veo, no sólo este poema.

Gracias.

Cristina dijo...

El amor nos lleva a hacer tantas cosas... Y es tan injusto que el tiempo convierta todo en poco, o en nada...
Muy bien hilado, me ha gustado.

Anónimo dijo...

CÓMO VA TODO BROTHER??

José Luis dijo...

Retrato brutal!!
Un saludo!

Elvira Daudet dijo...

Contundente, terrible poema, del cual tomo y hago míos los versos:
"maté en tu nombre
tantas cosas bellas", de gran belleza clásica, aunque rompas el endecasílabo para rasgar la médula al lector.

"tú, eclipse constante
que me tapó la vista". Yo conozco la naturaleza y los efectos de estos eclipses.
Felicidades y un fuerte abrazo.
Elvira

Julio Castelló dijo...

El ingrato o la ingrata no merecen una queja, ni siquiera tan hermosa...

Anna Genovés dijo...

Una maravillosa sucesión de versos encadenados que hablan de un amor incondicional y eterno.

Buen trabajo amigo poeta, Ann@