audaz la tarde

audaz la tarde que supo llevarme al retiro del nervio y ofreció a la bandada de buitres un festín de recuerdos desmembrados hasta resignarlos a hueso con hueso chirriando en un contacto seco y sórdido de ensoñaciones pasadas y delirios de un futuro cuya realidad se insinúa en el pico agudo que advierte al ojo mirando.

5 comentarios:

mareva mayo dijo...

sentí al leerte un eterno-retorno sobre el olvido... con un cuerpo humano, sobreviviendo...

tu escrito deja como humo que obliga a reflexionar, sobre aquello que se distorsiona...
es un placer leerte porque hay algo que me enseña y a veces me refleja en tu palabra

salut y un abrazo

X-C dijo...

Los buitres agonizaron envenenados de tanta mentira.
Salud

Rodolfo Serrano dijo...

Como te dije, me parece muy hermoso y ese surrealismo que son embargo sugiere tanto

Horacio Holiveira dijo...

Qué tarde tan audaz, lúgubre, sórdida, huesos y buitres dándose un festín tras el ojo. Expléndido.
Un salduo

Francesc Cornadó dijo...

Antes que los buitres llegaron los cuervos, estos van directamente a los ojos.
Carroñeros todos.
Al final las urracas repasan los huesos. Todo queda limpio, a punto para cualquier museo de zoología.
Salud
Francesc Cornadó