junto a ti hay dibujado un ojo,
dibujado en la cuartilla,
como si partido en dos, pero de un sólo trazo
-metafísico-
Y el ojo llora una lágrima larga, eterna
que hace de cuerpo y se clava en su sombra,
que hace de suelo,
y me pregunto si soy el ojo que llora, si
lo partí yo, si llora por mí,
o, acaso, la sombra a la que clavas el llanto
de tu ojo en la cuartilla
dibujado junto a ti.